Seguramente han escuchado hablar sobre la preeclampsia, en esta ocasión vamos a platicar un poco sobre los síntomas, tratamiento y algunas acciones que podemos hacer para tratar de prevenirla.
La preeclampsia es una enfermedad que se presenta después de las 20 semanas de gestación y consiste en la presencia de varios síntomas clínicos, alteraciones de los exámenes de laboratorio y algunos hallazgos por ultrasonido. Esta enfermedad se clasifica en preeclampsia sin criterios de severidad y con criterios de severidad, para empezar, hablaremos de la primera que les mencione.
La preeclampsia sin criterios de severidad consiste en la elevación de la presión arterial por arriba de 140/90mmHg, medida en dos ocasiones con diferencia de 6 horas cada una, en algunas ocasiones va a acompañada de dolor de cabeza, zumbido de oídos o la visualización de lucecitas de colores, a estos datos se les conoce como vasoespasmo; por lo general la mujer embarazada puede presentar algunos de los síntomas que les acabo de comentar y al momento de medir la presión arterial nos damos cuenta que está elevada; lo recomendable es llamar a tu ginecólogo quien hará que acudas a revisión para realizar algunos estudios de laboratorio, como biometría hemática, química sanguínea y un examen general de orina; existirán alteraciones en dichos análisis, como disminución de las plaquetas, elevación de las enzimas que produce el hígado así como la presencia de proteínas en la orina; en este estadio es común que no existan alteraciones en el ultrasonido que debe realizarte tu médico para corroborarlo.
Ahora continuaremos con la preeclampsia con criterios de severidad, en la cual estarán presentes los síntomas de vasoespasmo, agregándose dolor en el epigastrio, el cual es comúnmente llamado como dolor en la boca del estómago; la presión estará por arriba de 160/100mmHg, las alteraciones en los exámenes de laboratorio serán más evidentes, la disminución de las plaquetas será más severa así como el aumento en las enzimas hepáticas y en la cantidad de proteínas presentes en la orina, en este estadio es frecuente encontrar alteraciones en el ultrasonido como: disminución del líquido amniótico, bajo peso para el bebé e incluso alteraciones a nivel del flujo sanguíneo entre tu bebé y la placenta.
El tratamiento irá encaminado a disminuir los niveles de la presión arterial de una manera controlada, y dependerá de las semanas de gestación que tenga la mujer embarazada, principalmente consta de antihipertensivos que dependiendo del escenario pueden ir desde uno hasta 3-4 y la vía de administración también puede variar.
Una pregunta que quizá puedas hacerte es: “¿Puedo hacer algo para prevenirla?”, y la respuesta es Sí, debe iniciarse tratamiento desde las primeras semanas de embarazo, el cual consiste en la administración diaria de ácido acetil salicílico, controlar el aumento de peso y realizar ejercicio de manera constante durante el embarazo.
Como podrás darte cuenta es una enfermedad relativamente frecuente, sin embargo existe tratamiento que puede reducir el riesgo de presentarla, por eso es muy importante que acudas con tu ginecólogo desde el momento que sepas que estás embarazada para tomar las medidas necesarias.
Me despido y espero que nos podamos leer en el siguiente blog y aprovecho este espacio para recordarte mi página web, así como mis redes sociales.
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Dra. Itzell S. Martínez E.
Ginecología y Obstetricia
Medicina Materno-Fetal
Hospital Ángeles Pedregal